El sector eléctrico español está basado en un modelo de mercado, en la que conviven actividades reguladas realizadas en régimen de monopolio natural, como son el transporte y la distribución, con otras en régimen de libre competencia como son la producción y la comercialización. El nivel de seguridad y calidad del suministro eléctrico es elevado, dado el nivel de inversiones en redes acometidas en los últimos años y la existencia de una mezcla de fuentes de energía diversificada, máxime si se tiene en cuenta el bajo nivel de interconexiones. EDP España ocupa un puesto relevante en las distintas actividades de la cadena de valor de la electricidad.

Producción

La seguridad de suministro en España es muy buena, con un amplio margen de cobertura de la demanda. Dispone de un mix diversificado, en el que la potencia instalada de renovables, cogeneración y residuos ya supone un 60% del total del sistema. El 40% restante, centrales de carbón, ciclos combinados de gas natural y nuclear dan el respaldo necesario a la intermitencia de estas renovables. La retribución de la actividad de producción se basa en la organización de un mercado mayorista. Se trata de una actividad liberalizada, lo que significa que los ingresos siguen criterios de mercado y que no existen barreras de entrada a nuevos actores.

El mercado de producción de energía eléctrica se estructura en mercados a plazo, mercado diario, mercado intradiario, la resolución de restricciones técnicas del sistema, los servicios complementarios, la gestión de desvíos y mercados no organizados. Existen diversos mercados a plazo organizados, más la posibilidad de comprar y vender bilateralmente. Adicionalmente, existe un sistema de retribución regulado y complementario al mercado, que trata de incentivar la entrada de nueva capacidad en el mercado y evitar el cierre de aquellas instalaciones (pagos por capacidad, disponibilidad) que garanticen la seguridad del suministro.

La elevada penetración de las renovables, incluidas en el anteriormente denominado régimen especial, ha ocasionado que su regulación singular, ligada a la potencia y a la tecnología, carezca de objeto y que la regulación contemple a estas instalaciones de manera análoga al resto de tecnologías convencionales (térmicas, nucleares e hidráulicas) que se integran en el mercado. Aunque todavía pueden ser consideradas por razón de su tecnología e implicaciones en el sistema de forma especial, se abandonan los conceptos diferenciados de régimen ordinario y especial. El régimen retributivo de las energías renovables, cogeneración y residuos se basa en la necesaria participación en el mercado de estas instalaciones, complementado los ingresos de mercado con una retribución regulada específica que permita a estas tecnologías competir en nivel de igualdad con el resto de tecnologías en el mercado. Esta retribución específica complementaria será suficiente para alcanzar el nivel mínimo necesario para cubrir los costes que, a diferencia de las tecnologías convencionales, estas no puedan recuperar en el mercado y les permitirá obtener una rentabilidad adecuada con referencia a la instalación tipo en cada caso aplicable.

EDP es el cuarto generador en España, con una cuota del 8%, y el tercer operador de energía eólica. Dispone de un mix equilibrado, con más de 3.500 MW de potencia instalada de tecnologías convencionales, que destaca por su flexibilidad y disponibilidad, y de 2.200 MW de eólica con una posición de liderazgo en el factor de carga, lo que refleja la calidad de sus parques eólicos.

Distribución  

En el caso de la distribución, se estableció el principio de acceso de terceros a las redes y su régimen retributivo está fijado administrativamente, en función de los costes de la actividad.

La red de distribución está formada por líneas eléctricas y elementos de transformación de tensión de menos de 220 kV, y los elementos de comunicación, protecciones, control, servicios auxiliares, terrenos, edificaciones y otros elementos auxiliares necesarios. Las líneas con tensión igual o superior a 220 kV e instalaciones de interconexiones internacionales o con los sistemas insulares constituyen la red de transporte.

Red Eléctrica de España es el propietario de la red de transporte así como el Gestor Técnico de la Operación del Sistema Eléctrico Español. La actividad de distribución tiene carácter regulado, bajo el principio de red única y monopolio natural, y su retribución está determinada por el Gobierno, quien determina, a su vez, los precios que cobran por sus servicios (peajes), que son únicos en todo el territorio nacional.

El reparto de los fondos ingresados y la retribución que corresponde a cada distribuidora se realiza por un sistema de liquidaciones. El distribuidor es responsable de la explotación, el mantenimiento y el desarrollo de su red de distribución, y de garantizar que su red tenga capacidad para asumir, a largo plazo, una demanda razonable de distribución de electricidad.

Otras funciones de los distribuidores son realizar los contratos de acceso a las redes, lectura de los contadores de los consumidores y facturación de los peajes. Los distribuidores no venden electricidad.

HCDE, empresa del grupo EDP, es el cuarto distribuidor eléctrico en España, con una cuota del 4%, y lidera la calidad de suministro, con el menor TIEPI (Tiempo de Interrupción Equivalente de la Potencia Instalada) del sector.

Comercialización

El mercado eléctrico está totalmente liberalizado en España, donde todos los clientes tienen libertad de elección y contratación del suministrador. En el ámbito de la comercialización de energía eléctrica, el cliente puede optar por contratar en el mercado libre, directamente en el mercado o con una de las más de 300 comercializadoras existentes, o contratar, para suministros con una potencia contratada menor de 10 kW, con el Comercializador de Referencia (COR) la tarifa regulada conocida como Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC).

También están las tarifas de último recurso, de aplicación a los consumidores que tengan la condición de vulnerables y a aquellos que, sin cumplir los requisitos para la aplicación del PVPC, transitoriamente no dispongan de un contrato de suministro en vigor con un comercializador en mercado libre. Así, el bono social, que ofrece un descuento sobre el PVPC, resultará de aplicación a los consumidores vulnerables que cumplan alguno de los siguientes criterios: que en su vivienda habitual tienen una potencia contratada menor de 3 kW, ser pensionistas con unos ingresos mínimos, familias numerosas o todos los miembros de la unidad familiar están desempleados.

Los comercializadores son aquellas sociedades mercantiles que, accediendo a las redes de transporte o distribución, adquieren energía para su venta a los consumidores o a otros sujetos del sistema. Se encargarán, entre otras funciones, de contratar y abonar el peaje de acceso correspondiente a la empresa distribuidora.

EDP es líder en comercialización dual en España, con más de 2,3 millones de clientes de electricidad, gas y servicios. Por su actividad focalizada en sus clientes ha obtenido el reconocimiento del Índice de Experiencia de Clientes (ISCX), como empresa líder con la mayor proporción de clientes fieles y satisfechos, aquellos que muestran su satisfacción con el servicio recibido y la intención de seguir confiando en el futuro. Además, el Índice de Satisfacción del Consumidor Español (STIGA) destaca a EDP como la mejor compañía eléctrica y segunda mejor compañía de gas evaluando aspectos como el nivel de calidad percibida (imagen, precio, servicio), fidelidad y prescripción (intención de abandonar). Este dato es, asimismo, avalado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en cuyos últimos informes destaca que EDP es la compañía con mayor índice de fidelidad de sus clientes.

Datos sobre el Mercado Ibérico de Energía