Emisiones atmosféricas

Los principales contaminantes que afectan a la salud son el dióxido de azufre SO2, los óxidos de nitrógeno NOx y las partículas. Estos contaminantes pueden emitirse directamente a la atmósfera (contaminantes primarios) o bien formarse a partir de contaminantes primarios que reaccionan en la atmósfera (contaminantes secundarios).

Ejemplos de estos últimos son el ozono troposférico, que se forma en presencia de luz solar a partir de compuestos orgánicos volátiles (COV) y de óxidos de nitrógeno (NOx); el dióxido de nitrógeno que se forma por la oxidación del NO; y la lluvia ácida, que se forma cuando el dióxido de azufre o los óxidos de nitrógeno reaccionan con el agua.

Estos contaminantes tienen efectos sobre la salud humana (irritaciones de ojos, nariz, garganta y pulmones a concentraciones bajas) y sobre el medio ambiente, ya que contribuyen a la acidificación y eutrofización, así como a la formación secundaria de partículas y ozono troposférico (smog fotoquímico).

El SO2 y NOx se generan principalmente en la combustión de carburantes fósiles para procesos industriales de alta temperatura y, en la generación eléctrica.

Las partículas están relacionadas con cualquier tipo de combustión industrial y calefacciones. Partículas y NOx se relacionan también con el tráfico y transporte en general.

A lo largo de la geografía española hay instaladas cabinas de vigilancia de calidad del aire que miden la concentración de estos parámetros. Esta información está a disposición del público y sirve para determinar en cada momento los niveles de polución de una zona y si se superan los niveles máximos admisibles para la salud y el medio ambiente.

One of the consequences of air pollution is environmental acidification, which changes the chemical composition of soil and water and reduces their neutralising capacity. This is due to acid rain, i.e. acid precipitation on soil, caused by the emission of polluting gases into the atmosphere.

Los ácidos, en forma de lluvia, nieve o incluso niebla, llegan hasta la superficie del Planeta afectando a los acuíferos, vegetación, fauna y a los seres humanos.

La lluvia ácida es corrosiva, dañando la pintura y superficie de los objetos. También deteriora rápidamente los monumentos y edificaciones construidos con mármol o piedra caliza.

La acidificación tiene efectos en lagos, ríos y océanos ya que cambia la composición del suelo y desplaza los metales pesados hacia las aguas subterráneas, aumentando su toxicidad e imposibilitando su consumo, y afectando al desarrollo de la fauna acuática.

El movimiento de aluminio y metales pesados del suelo impide que la vegetación absorba el agua y los nutrientes correctamente. Esto hace que los árboles y plantas se debiliten progresivamente y sean más vulnerables ante las plagas.

Los gases contaminantes emitidos a la atmósfera afectan al sistema respiratorio provocando enfermedades como el asma o la bronquitis crónica.

El smog fotoquímico (smoke + fog: humo + niebla) es una niebla oscura de color pardorojiza producida por la contaminación ambiental y favorecida por la inversión térmica. En épocas de altas presiones, las capas bajas de la atmósfera se enfrían mucho más que las de arriba, y en ausencia de aire que favorezca la mezcla, la capa inferior se ve atrapada manteniendo la contaminación del aire estancada. Los NOx y COV, principalmente originados por el tráfico y procesos industriales que queman combustibles fósiles, en presencia de la luz solar forman ozono troposférico y partículas secundarias que dan lugar a este fenómeno.

El smog es dañino para la salud ya que irrita los ojos y el aparato respiratorio (nariz, garganta), y agrava las alergias. Además, el smog provoca cambios en el clima ya que con smog no hay lluvia y sin lluvia (o viento) la naturaleza no puede combatir el smog.

La formación de ozono troposférico, perjudicial para la salud, no debe confundirse con la formación de ozono estratosférico que es el que favorece la capa de ozono, esencial para la vida. Mientras que la reducción del ozono troposférico es algo positivo, la falta de ozono estratosférico implicaría una mayor radicación solar (UV-B principalmente) y por tanto, un calentamiento de la Tierra, aumentando además el riesgo de padecer cáncer de piel, cataratas o envejecimiento prematuro de la piel, y afectando al crecimiento de las plantas y al ecosistema acuático. La prohibición de Sustancias que Agotan la capa de Ozono (SAO) consiguió reducir su destrucción.

La emisión de gases que contienen cloro y bromo (gases fuentes de halógenos) son la causa de la destrucción de la capa de ozono debido a la actividad humana. Estos gases se acumulan en la atmósfera baja y son transportados por el viento y otros movimientos de aire.

En la estratosfera, dichos gases sufren rápidamente conversiones químicas gracias a la radiación solar ultravioleta, y se convierten en gases de halógenos reactivos que, a su vez, reaccionan con el ozono destruyéndolo (agotamiento de la capa de ozono). Con el tiempo, el aire de la estratosfera vuelve a la troposfera, llevando consigo los gases de halógeno reactivos que se depositan en la superficie terrestre en forma de lluvia y otras precipitaciones. Algunos procesos industriales y productos de consumo emiten sustancias halogenadas, que contienen átomos de cloro y bromo que agotan la capa de ozono. En cambio, el flúor y yodo, aunque son átomos de halógeno, o bien se quedan en formas químicas que no destruyen el ozono (como es el flúor) o bien se eliminan en su mayor parte en la troposfera por procesos naturales, no alcanzando la estratosfera.

Para la formación del agujero de ozono se requiere gran cantidad de gases de halógeno reactivos, temperaturas muy bajas para originar nubes de hielo o nubes estratosféricas polares, aislamiento del aire de otras regiones estratosféricas y luz solar.

Enmienda de Kigali
Las Partes en el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono llegaron a un acuerdo en su 28ª Reunión de las Partes el 15 de octubre de 2016 en Kigali, Rwanda, para eliminar gradualmente los hidrofluorocarbonos (HFC).

Substancias Agotadoras de la Capa de Ozono
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Producidos por el Hombre

Con cloro: Clorofluorocarbonos (CFC) e hidroclorofluorcarbonos o HCFC ( utilizados transitoriamente para substituir a los CFC), tetracloruro de carbono (CCI4) y metilcloroformo (CH3CCIC3): usadas en refrigeración, aire acondicionado, espumas, propulsores de aerosol, limpiadores de metales y componentes electrónicos.



Con bromo: Halones ( halón–1211, halón-1301): usados para extinguir fuego, protección de grandes computadores, equipos militares y motores de aeronaves espaciales.


Fuentes naturales presentes en la estratosfera

Cloruro de metilo (CH3CI) y bromuro de metilo (CH3Br): emitidos por el ecosistema terrestre y oceánico.


Infografia

Capa de ozono y cambio climático

Existe una relación entre el agujero de la capa de ozono y el cambio climático

El último informe emitido en España sobre el estado de la calidad del aire publicado en 2015, indicaba que no se habían producido superaciones de dióxido de azufre (SO2). La reducción de este contaminante fue especialmente importante a partir de 2008 con las inversiones en plantas de desulfuración en el sector eléctrico.

En cuanto a los óxidos de nitrógeno (NOx), la ciudad de Madrid incumple los valores límite horarios (se supera en más de 18 ocasiones el valor horario de 200 µg/m3), mientras que los niveles anuales (40 µg/m3) se superan en 5 zonas: Madrid, Barcelona, Llobregat, Murcia y L’Horta (Valencia).

En el caso de los óxidos de nitrógeno, el tráfico es el principal contribuyente, por eso cada vez se regulan normas más exigentes, la última la publicada a finales de 2015 (EURO 6). Los coches de gasoil son muy contaminantes en cuanto a las emisiones de NOx, de ahí que se apliquen tasas de aparcamiento más elevadas a estos coches en ciudades como Londres o se empiece a oír hablar de prohibir los coches de gasoil en 2020 en ciudades como París o más cerca en Madrid. En cambio, los coches de gasolina emiten más emisiones de CO2 que, aunque no contaminan a la calidad del aire, contribuyen al calentamiento de la atmosfera.

En cuanto a las emisiones de focos fijos, la entrada en vigor de la nueva Directiva de Emisiones Industriales implica valores límite de emisión más exigentes y, por tanto, nuevas inversiones como plantas de desnitrificación para las centrales térmicas.

España siempre ha presentado niveles altos de partículas, cuya concentración se incrementa de forma natural por las intrusiones de polvo africano.

En los últimos años, los niveles de concentración de partículas se han reducido pasando de diez superaciones registradas en 2011 a tres en 2014 (Tierras del Ebro, La Coruña y Asturias Central, que superan en más de 35 veces el valor límite diario de 50 µg/m3), y sólo en Asturias Central se obtiene además la superación del valor límite anual (40 µg/m3).

Con motivo de las superaciones registradas en el Principado de Asturias, la Administración autonómica ha elaborado Planes de mejora de la Calidad del Aire en Avilés y Gijón y Protocolos de Actuación que implican medidas como información a la población, restricción del tráfico así como actuaciones concretas para las actividades industriales de la zona. Así, la central térmica de Aboño deberá reducir sus emisiones en caso de que, por fenómenos meteorológicos adversos, se declarase el nivel de Alerta.

¿Qué medidas se llevan a cabo para minimizar el impacto de estos contaminantes?

EDP mantiene una estrategia de reducción de emisiones que se remonta al año 2002 con la construcción del primer grupo de ciclo combinado (en Castejón), considerada aún en la actualidad una de las mejores tecnologías disponibles para la producción de energía eléctrica, para mejorar el mix de producción de EDP basado hasta entonces casi exclusivamente en la combustión de carbón.

Otras medidas aplicadas por EDP en su estrategia y compromiso ambientales para reducir su impacto en el entorno son las siguientes:

- Cierre de grupos térmicos de carbón (Soto 1 en 2008 y Soto 2 en 2015), sustituidos por la construcción de los ciclos combinados de Castejón y Soto de Ribera.

- Utilización de los gases residuales de ArcelorMittal (gases de alto horno) como combustible en la central térmica de Aboño. El proceso siderúrgico genera gases residuales que por sus características deben ser quemados previamente en antorcha, siendo además necesario apoyar esta combustión con gas natural. La alternativa a este proceso es realizar esa combustión en una central térmica para generar energía eléctrica y, por tanto, valorizar estos gases lo que es una buena práctica de economía circular. Es decir, las emisiones generadas en Aboño debido a la quema de los gases residuales de ArcelorMittal no genera emisiones de CO2 adicionales ya que se emitirían igualmente en antorcha.

- La Planta de Sidergas  ubicada en el interior de la Factoría de ArcelorMittal de Avilés. Se trata de una instalación compleja y singular que produce electricidad y vapor a partir de gases siderúrgicos residuales. Combina la tecnología de cogeneración en ciclo simple, con motores especialmente adaptados para su funcionamiento con gas de acería, y la generación de vapor en calderas que consumen fundamentalmente gas de baterías de coque, además de gas de acería y gas natural en ausencia de los anteriores. Esta instalación supone un excelente aprovechamiento de un subproducto industrial contaminante, ya que, de otra forma, estos gases siderúrgicos residuales sería necesario quemarlos en antorcha antes de emitirlos a la atmósfera por su elevado impacto ambiental. 

- Arranque de la planta de cogeneración para la cementera Tudela Veguín en 2011, destinada a optimizar el consumo energético de la instalación de molienda y secado de escorias siderúrgicas que se utilizan para la fabricación de cementos de alta resistencia. Ha permitido sustituir antiguas calderas de fueloil con mayor impacto ambiental.

- Inversiones en energías renovables que se materializan a través de la Sociedad EDP Renovaveis. A finales de 2017, esta sociedad tenía más de 2.827 MW eólicos instalados en España.

- Inversiones en las Centrales Térmicas de EDP para minimizar las emisiones de partículas, dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx). Para reducir las partículas destaca la instalación de precipitadores electrostáticos con rendimientos superiores al 90%. Las plantas de desulfuración además de reducir los óxidos de azufre (rendimiento superior al 95%), retienen el 50% de las partículas que se hubieran podido escapar de los precipitadores electrostáticos. Las plantas de desnitrificación reducen las emisiones de óxidos de nitrógeno en más del 60%.

- EDP asimismo proporciona productos y servicios a clientes que fomentan el cambio de hábitos de consumo, como la eficiencia energética, la movilidad eléctrica y la generación distribuida, encaminados a eliminar la dependencia de los combustibles fósiles así como la reducción de emisiones asociadas al transporte y a los consumos domésticos.