La combustión de gas o el carbón calienta el agua que circula por la caldera, transformándola en vapor.
El vapor de agua hace girar una gran turbina generando energía mecánica que se transforma en energía eléctrica en el alternador.
Para optimizar el proceso, el vapor se enfría en el condensador antes de volver a la caldera en forma de agua.
El calor latente de la condensación del vapor, es absorbida por el agua de refrigeración y se expulsa al exterior a través de las torres de refrigeración, generando una llamativa columna de vapor de agua.
La energía generada en el alternador se transforma en la subestación, elevando su tensión para minimizar las pérdidas por las redes eléctricas, distribuyéndose hasta los puntos de consumo.
Los humos procedentes de la combustión se depuran antes de expulsarlos por la chimenea.
Una válvula controla la salida del agua a presión a través de una tubería forzada que la conduce hasta la turbina, perdiendo fuerza pero ganando velocidad.
Al llegar a la turbina, el agua mueve los álabes de la turbina hidráulica que hacen girar el eje, convirtiendo la energía cinética en energía mecánica de rotación.
El eje está conectado a un generador eléctrico, el cual gira y convierte la energía de rotación en corriente alterna de media tensión.
Una vez aprovechada la energía del agua, se devuelve al río a través de un canal de desague.
Mediante los transformadores, se eleva la tensión de la energía eléctrica y se distribuye hasta los puntos de consumo a través de la red.
Se comprime el aire del exterior y se inyecta en la cámara de combustión donde se mezcla con el gas natural.
Los gases producidos se expanden y mueven los álabes de la turbina de gas.
La energía calorífica se transforma en mecánica y el alternador acoplado a la turbina la convierte en energía eléctrica.
Los gases de escape de la turbina de gas se redirigen a una caldera de recuperación para aprovechar su energía calorífica. En la caldera de recuperación, los humos calientan el agua que recorre una serie de tuberías y la transforman en vapor.
El vapor mueve los álabes de una turbina de vapor, generando energía mecánica de rotación. El alternador (3) acoplado a la turbina de vapor transforma la energía mecánica en energía eléctrica.
El vapor, al salir de la turbina, se enfría en un condensador y retorna a la caldera. El agua utilizada para refrigerar se enfría por intercambio de calor con la atmósfera en la torre de refrigeración.
La energía generada en el alternador se transforma en la subestación, elevando su tensión para minimizar las pérdidas por las redes eléctricas, distribuyéndose hasta los puntos de consumo.
El reactor es el encargado de producir la fisión de los átomos del uranio enriquecido, proceso que genera una gran energía calorífica.
Este calor se utiliza para calentar una caldera de agua donde se transforma en vapor de alta presión y se conduce a través de un circuito hasta la turbina.
El vapor hace girar los álabes de la turbina que está conectada a un alternador que convierte la energía cinética en energía eléctrica.
Mediante un transformador se aumenta la tensión eléctrica para su distribución a través de la red eléctrica.
Una vez el vapor pasa por la turbina, se envía a un condensador donde se enfría y se vuelve líquido al entrar en contacto con un sistema de tuberías de agua fría.
El vapor convertido en agua fría se devuelve al reactor nuclear a través de una bomba para volver a repetir el ciclo.
Se realiza una perforación en la corteza terrestre para alcanzar una temperatura superior a los 100ºC, e introducir dos tubos en circuito cerrado que estarán en contacto con el calor del interior de la Tierra.
Desde la superficíe, se inyecta a través de unos de los tubos agua fría que se calentará al llegar al fondo.
Se transformada en vapor que asciende por el otro tubo.
El agua transformada en vapor mueve los álabes de la turbina.
La energía cinética del movimiento de los álabes de la turbina se convierte en energía eléctrica en el alternador.
Una vez se enfría el vapor y se convierte de nuevo en agua se vuelve a conducir a las capas inferiores para que se caliente otra vez y repetir, de esta manera, el ciclo de la central.
La energía eléctrica generada pasa por un transformador para elevar su tensíon y canalizarse a la red de transporte.