Estudiantes de la Politécnica de Mieres visitan la central hidráulica de Proaza
También se han interesado por el funcionamiento del ascensor de peces del azud de Olid, en el río Teverga
Poner en práctica los conocimientos adquiridos en clase y conocer instalaciones e infraestructuras que se encontrarán cuando se incorporen al mercado laboral. Este ha sido el objetivo de la visita de 12 estudiantes del grado de Ingeniería Forestal y del Medio Natural de la Universidad de Oviedo a la central hidráulica de Proaza, propiedad de EDP.
Los estudiantes han recorrido la instalación acompañados por su profesor, José Carlos Pérez, y guiados por Dimas Fernández e Iván Rego, del equipo de centrales hidráulicas de EDP.
Esta visita guiada por la central hidráulica de Proaza ha tenido un carácter transversal para la formación de los estudiantes. Da a los alumnos la oportunidad de tener una inmersión directa en su futuro profesional, les permite hablar con los profesionales de la central y poner en práctica las disciplinas aprendidas como la hidráulica, la electrotecnia o la electrificación. Estos conocimientos son abordados en las asignaturas del grado que cursan en la Politécnica de Mieres, como la que enmarca esta visita, Ordenación y Gestión de la Fauna Silvestre y de los Recursos Cinegéticos y Piscícolas.
A los estudiantes también les ha llamado la atención la dimensión arquitectónica de la central. Inaugurada en 1968, es un ejemplo del patrimonio industrial español del siglo XX. Los estudiantes han comprobado cómo el arquitecto, Joaquín Vaquero Palacios, logró adaptar la central de Proaza al entorno, estableciendo un diálogo único con el paisaje.
Tras el recorrido por la central, han visitado el ascensor de peces, único en Asturias y ubicado en el río Teverga, en la parte inferior del denominado azud de Olid. Fue inaugurado en junio de 2010 y su funcionamiento, automático cada dos horas, posibilita el remonte de los peces.
Para los universitarios supone conocer de primera mano el funcionamiento de esta infraestructura. En palabras del profesor, José Carlos Pérez Girón, “este ascensor es una solución novedosa a las tradicionales escalas de peces, ya que permite salvar sus movimientos durante los ciclos reproductivos, en este caso el del salmón del río Teverga, cumpliendo así con una función vital para su conservación”.
La central de hidráulica de Proaza, su entorno y el ascensor de peces del río Teverga son motivo de estudio para universitarios del grado Ingeniería Forestal y del Medio Natural. Los estudiantes, que promueven estas salidas a campo, demuestran una clara sensibilidad a preservar la biodiversidad y ponen en valor los recursos hídricos de la zona asturiana.