EDP presenta sus proyectos de transición energética en Asturias con un parque eólico marino y la transformación de Aboño y Soto de Ribera
La compañía plantea inversiones de 470 millones de euros en iniciativas vinculadas a las energías renovables
EDP acelera la transición energética. La compañía, que tiene el objetivo de ser 100% verde en 2030, anuncia para Asturias el primer parque eólico flotante de España e impulsa en el Principado proyectos vinculados al hidrógeno verde y el almacenamiento energético. Estos son los planes de EDP para la comunidad autónoma, donde quiere contribuir decisivamente a potenciar la generación de energía 100% renovable y a favorecer la descarbonización industrial.
Los planes de la compañía, que tiene en Asturias su principal centro para toda España, han sido presentados al presidente del Gobierno del Principado de Asturias, Adrián Barbón, por parte de los máximos responsables de la energética en España, su presidente, Manuel Menéndez, y su consejero delegado, Rui Teixeira.
Los directivos de la compañía han presentado al presidente asturiano el compromiso de EDP con la región, donde lleva 20 años desarrollando su actividad, dinamizando la economía y generando empleo de calidad. Ahora, en plena transición energética, la compañía quiere reforzar su liderazgo con ambiciosos proyectos vinculados a esta transición, asociados a inversiones millonarias en los que son clave los apoyos de la administración.
EDP tiene ambiciosos planes de transformación energética para Asturias, donde podría desarrollar proyectos por valor de 470 millones de euros, principalmente en sus emplazamientos de Soto de Ribera y Aboño, así como en el primer parque eólico flotante de España.
Soto de Ribera, la batería verde de Asturias
Los planes de EDP en Soto de Ribera, para cuyo grupo 3 ya ha solicitado la autorización de cierre, pasan igualmente por las energías renovables. La compañía podría convertir este emplazamiento en centro de referencia del almacenamiento de energía renovable y nuevos usos del hidrógeno verde.
En lo que se refiere a la generación renovable, EDP ya ha iniciado la tramitación de una central minihidráulica con hidrotornillos que aprovecharía las aguas del Nalón a su paso por la central. Esta instalación se sumará a un parque fotovoltaico que la compañía tiene previsto poner en marcha en los terrenos del emplazamiento.
La energía renovable generada por ambas instalaciones se vertería a la red para atender la demanda, permitiría producir y almacenar hidrógeno verde, y el excedente se almacenaría en dos tipos de baterías: de Ion Litio y una combinación de baterías RedOx y de segunda vida -por ejemplo, de vehículos-.
Además, EDP trabaja en otros proyectos diversos de almacenamiento de aire líquido para generar energía eléctrica.
En cuanto a los nuevos usos del hidrógeno verde, la compañía plantea diferentes proyectos. Prevé construir una hidrogenera -gasolinera de hidrógeno- con el objetivo de contribuir a la descarbonización del transporte de viajeros y mercancías; impulsará la descarbonización de las industrias del entorno; y realizará ensayos en los ciclos combinados ante un escenario que facilitaría la sustitución del gas natural que se usa actualmente por el hidrógeno verde.
Aboño, valle del hidrógeno verde
La central térmica de Aboño ha sido, durante casi 50 años, una garantía para la estabilidad del suministro eléctrico de la industria asturiana. Los planes de EDP pasan por mantener este protagonismo en la transición energética.
La compañía, que ha anunciado que dejará de producir con carbón en 2025, plantea convertir este emplazamiento estratégico en el valle asturiano del hidrógeno verde. El conocimiento técnico, del mercado y la situación geográfica privilegiada de la instalación, garantizarían la producción y suministro para la industria asturiana de la electricidad y el hidrógeno verde necesarios en sus procesos de fabricación.
EDP contempla la puesta en marcha de un parque fotovoltaico en las actuales instalaciones de Aboño, que sumado al parque eólico marino flotante que la compañía proyecta en la costa asturiana y junto al fácil acceso al agua, a las infraestructuras eléctricas y al puerto de El Musel, permiten la producción y almacenamiento necesario de hidrógeno verde en Aboño.
Este hidrógeno verde también podría sustituir a los combustibles fósiles que actualmente se utilizan como apoyo en el aprovechamiento energético de los gases siderúrgicos, un residuo que de otra manera se quemaría en una antorcha y se emitiría directamente a la atmósfera. Gracias al hidrógeno verde se mantendría esta condición de economía circular y revalorización energética.